jueves, 8 de enero de 2009

UNA VISION EXTRAÑA

Gloria tiene los ojos pequeños y grandes las caderas.

Me gusta abordarla por la espalda,
levantarle el cabello y darle besos en el cuello
mientras ella tirita y se estremece.

Luego se da vuelta e inunda mi piel de caricias mojadas.

Ayer se fue.

Tengo un dolor fuerte en mi pecho y la piel reesquebrajada,
mis labios son leves, mi alegria es un champiñón marchito
y mi aliento es algo amarillo que se seca mas cada día.

Alguien diría que sufro una gran pena.

Esta noche vine al bar, en el que muchas veces nos embriagamos Gloria y yo.

al comienzo tenía esa gran pena,
pero cada cerveza fue disipandola, extinguiendola.

De esta manera Gloria se esfuma,
mientras el alcohol va haciendo su demencial labor.

Ahora estoy bien, o por lo menos no me siento tan mal.

Canto canciones a viva voz frente a mi publico de inermes botellas vacías.

Pero llega la madrugada y la recuerdo,
y veo extrañamente que mi vida pasa,
sin pena ni Gloria.

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