domingo, 11 de enero de 2009

MARIA ESTA MUERTA

María no tiene besos.

La he citado en el día, en la tarde en la noche y jamás llega.

Cuando tuve la gallardía de enfrentarla y decirle que la amo,
dijo no poder responder, porque estaba fumando.

Pero María ama a otro hombre
y creo que él estaba fumando cuando ella tuvo el arresto de ofrecerle su amor.

El día que pedí prestado el Renault 12 para darle un paseo,
di muchas vueltas esperando que llagara a la cita y ella jamás apareció.

He resignado mi anhelo a una sonrisa, un abrazo, una caricia.

En realidad, ahora por lo menos quiero saber que no está muerta.

A ella todo lo mío le parece genial y divino,
pero no me besa y tampoco besa al fumador.

A veces creo que maría no tiene besos.

Por eso, aunque me desprecia,
Estoy siempre cerca a ella,
Esperando que un día lleguen los paramilitares o los vampiros
A ver si así María me abraza del susto.

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